Si quieres ver a un fotógrafo molesto, al ver una de sus fotos, pregúntale: ¿Qué cámara usas?. No te prometo que te responda pero si que cambie su expresión y comience a verte con algo de recelo. ¿Pero a qué se debe esto? Fácil! La cámara no hace al fotógrafo!... En Venezuela, hay un dicho muy común que afirma ¡Que no es la flecha, sino el indio que la lanza” y en fotografía no hay nada más real. Tenemos la idea de que mientras más costosa sea la cámara, mejor es el fotógrafo que la lleva, tanto, que en ocasiones, al contratar servicios fotográficos, los clientes se dejan llevar por el modelo y precio del aparato en cuestión y no por el portafolio del ser humano que hizo un enorme sacrificio, o no, para comprarla. Pero no le echemos toda la culpa a los clientes, los fotógrafos también se han creído ese cuento durante años gastando grandes sumas de dinero en cámaras de alta gama para ser usadas en modo automático. OJO: Todos somos libres de usar nuestra cámara como mejor nos plazca pero no nos engañemos, para ser fotógrafos profesionales necesitamos más que eso. Para definir términos y evitar confusiones, defina a un fotógrafo profesional como aquella persona que además de amar la fotografía y tener una cámara integrada a su brazo, tiene como principal objetivo poder ganar un sueldo a través de sus imágenes. Es por ello, que maneja un amplio conocimiento de técnicas y teorías, conoce los accesorios disponibles en el mercado para mejorar la calidad de sus imágenes y regularmente, tiene la capacidad de trabajar dentro o fuera de un estudio con equipos de altos costos y complejidad porque su profesión así se lo exige. Conocen gran parte de las tendencias fotográficas a nivel mundial y se sienten atraídos por una o varias las cuales ponen en práctica en su día a día. Por otro lado, tenemos a los fotógrafos aficionados. Lamentablemente, el término aficionado ha logrado obtener matices equivocados refiriéndose a productos de bajo nivel o calidad. Expresiones como “Eres un pobre aficionado” han hecho mucho daño en el autoestima de aquellas personas que están apenas iniciándose en este mundo y que aún no definen concretamente hasta donde desean llegar en él. En ocasiones, podemos ver a estos fotógrafos con cámaras réflex o compactas y un ojo fotográfico envidiable ya que poseen cierta sensibilidad por los elementos pero como solo significa una “afición”, no profundizan más en sus conocimientos y simplemente son felices al lograr una imagen que se lleve todos los elogios. Entonces, ¿Qué tiene que ver esto con mi cámara?.... Si tuviste la maravillosa oportunidad de poder adquirir una cámara de gama alta ya sea por inversión o porque estaba dentro de tus posibilidades, pero aún no sabes ni prenderla, es momento que redefinas tu papel dentro de la fotografía. No te engañes, ni a ti mismo ni a tu posibles “clientes”, ya que hacer fotografías no es simplemente apretar un botón y ver a las personas sonreír, es una pasión que haces que pierdas noches de sueño pensando como lograr solo una imagen que robe el aliento.... Vamos, tener un piano no te hace pianista o si? Y si por el contrario, tienes una cámara réflex que manejas hasta con los ojos cerrados, estas a pasos de ser un verdadero PROFESIONAL!... No dejes que tu cámara te defina y la próxima vez que te pregunten ¿Cuál cámara usas?... No te de pena decirlo o simplemente, haz como yo y responde: La del celular! :D IMPORTANTE: No hay elemento científicos que definan o no a un fotógrafo profesional o aficionado por lo cual sintámonos libre de emitir opiniones o contar sus experiencias y compartirlas con todos!.
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Kripsy PhotoMakeupNacida en Caracas, Venezuela. Viviendo en Guayaquil, Ecuador. Archives
Febrero 2018
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